En el último artículo, vimos como el exceso de responsabilidades, un conflicto familiar o cambio laboral son situaciones que nos pueden hacer padecer una situación de estrés. No obstante, hay evidencia de que la situación no es la única cuestión importante. Se ha demostrado que las personas responden de manera diferente ante los mismos estresores. Hay un tipo de personalidad más propenso al estrés que otros.
Típicamente se han comparado dos tipos de personalidad: Tipo A y Tipo B. Las personalidad tipo A se muestran más competitivas, perfeccionistas e impacientes y tienen más probabilidad de sufrir estrés. Mientras que el tipo B va sin prisas, se centra más en las relaciones personales que en las tareas y, en general, son más emotivas.
¿Con qué tipo de personalidad te identificas?
A continuación presentamos las características de ambos tipos para que puedas discernir si debes luchar contra una tendencia natural a sufrir estrés.
Adaptado de: García-Herrera, J., & Nogueras Morillas, E. (2013). Guía de Autoayuda para la Depresión y los Trastornos de Ansiedad.
Imagen cortesía de: © <a href='https://es.123rf.com/profile_rawpixel'>rawpixel</a>, <a href='https://www.123rf.com/free-images/'>123RF Free Images</a>