Más de 600 estudios, desde 2008, habían dejado bien establecido que la evolución de la felicidad a lo largo de los años, entendida como bienestar subjetivo, tenía forma de U invertida. Es decir, en los años de la juventud se experimentaban los mayores niveles de satisfacción, mientras en la mediana edad y en la madurez se vivían las experiencias de mayor infelicidad. Finalmente, la sensación de bienestar mejoraba nuevamente con la llegada de la tercera edad.
No obstante, un estudio reciente señala que esta evolución ha cambiado. Los mayores niveles de infelicidad se experimentan en la juventud para ir decreciendo hasta la vejez. La clave del cambio está en el deterioro de la salud mental en jóvenes que se refleja en el aumento en consultas psiquiátricas, consumo de psicofármacos e intentos de suicidio.
Me gustaría hacerme eco de algunas de las causas que se han presentado como hipótesis para explicar este cambio de tendencia reportado en más de 44 países de nuestro entorno.
En este sentido, Arthur C. Brooks, profesor en la Universidad de Harvard señala, en primer lugar, la falta de relaciones humanas significativas. La forma de interaccionar mediada por las redes sociales y los Smartphone entre los jóvenes ha propiciado que la falta de contacto real alimente la sensación de desconexión con el mundo.
En segundo lugar, el Producto interior bruto per cápita se correlaciona negativamente con el sentimiento de propósito vital. Cuánto más rica es una sociedad, menor es la percepción de sentido vital que tienen sus miembros.
Por otro lado, Eduardo Vieta, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona señala que la mayoría de los jóvenes de nuestro entorno han recibido una educación muy sobreprotectora y han desarrollado una baja tolerancia a la frustración.
Así pues, podríamos extraer algunas claves educativas que ayuden a nuestros hijos a prevenir la infelicidad:
1.- Relaciones humanes reales. Fomenta las relaciones humanas verdaderas y minimiza el acceso al contacto virtual.
2.- Entrena la tolerancia a la frustración. Educa desde la austeridad. Dale 100% de lo que necesita y el 25% de lo que te pide.
3.- Busca su propósito. Trabaja en él la interioridad y la trascendencia para que descubra que su vida tiene sentido y significado.
Espero que estas claves, que no representa una lista cerrada, te resulten útiles para enfocar la tarea educativa de las familias. En cualquier caso, siempre puedes consultar con un profesional.
The declining mental health of the young and the global disappearance of the unhappiness hump shape in age
Blanchflower DG, Bryson A, Xu X (2025) The declining mental health of the young and the global disappearance of the unhappiness hump shape in age. PLOS ONE 20(8): e0327858. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0327858
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